Los delegados diocesanos de Familia y Vida del Obispado de Lleida, Emili Reimat y Tesa Corbella, abrieron el pasado lunes 27 de marzo las charlas cuaresmales en la Iglesia de San Pedro.

Y lo hicieron con una conferencia sobre la Exhortación Apostólica del Francisco ‘Amoris Laetitia’ que definieron como un "viento fresco y suave". "Este documento nos impulsa a mirar el matrimonio y la familia, con otra mirada", según dijo Tesa Corbella. En este sentido, Emili Reimat aseguró que "el bien de la familia es decisivo para el futuro del mundo y de la Iglesia, según el Amoris Laetitia".

Los delegados de Familia explicaron que Francisco en la ‘Amoris Laetitia’ alerta de la "cultura de la provisorio". En este sentido, apostaron por una pastoral acogedora y proactiva.

En la segunda parte de la charla desgranaron el capítulo III de la exhortación apostólica. Y en este punto recordaron las palabras de San Pablo en la primera carta a los Corintios: "El amor es paciente, es servicial, no tiene envidia, no presume ni es arrogante", recordaron.

Los ponentes definieron la caridad conyugal "como la unión afectiva que es imagen del amor de Dios sobre nosotros mismos". Y más adelante lo definieron como "una buena amistad a la que se suma una exclusividad indisoluble".

"El Papa en la ‘Amoris Laetitia’ propone el uso de tres palabras para crecer más y más en el amor: el permiso, las gracias y el perdón", explicaron los ponentes. Tesa Corbella y Emili Reimat explicaron también el contenido del capítulo VII de la exhortación apostólica que aborda la educación de los hijos. Lo resumieron en un decálogo (ver el documento anexo) donde destacaron la educar respetando su libertad y no delegar la educación exclusivamente en la escuela.

Los ponentes abordaron también el capítulo IX del Amoris Laetitia donde se habla de la espiritualidad matrimonial y familiar. "La familia es el hospital más cercano, la familia debe salir de sí misma y esto se expresa en la hospitalidad”, afirmaron.

Por último, los ponentes ofrecieron cinco puntos claves para una pastoral familiar actual:

1. Intentar mirar con ojos nuevos a la familia. "La familia no es un problema sino una oportunidad".

2. Incidir y prestar atención a la diversidad.

3. No caer en la repetición de fórmulas pasadas ni en extravagancias para ser originales.

4. El sentido común es clave para guiar la Pastoral Familiar.

5. Servirnos de la Espiritualidad Ignaciana, en el acompañamiento en la preparación al matrimonio y la utilización del discernimiento con las personas divorciadas y en las nuevas uniones.