Entre los niños y niñas de catequesis de primera Comunión, los del MIJAC, familiares que les acompañan, y los niños más pequeños que los padres quieren ir introduciendo en la celebración de las fiestas de Navidad, lo cierto es que, año tras año, la iglesia San Antonio M. Claret de Lleida...

se queda pequeña para acoger tantas personas que asisten a la misa del Pollet, que tuvo lugar el pasado día 24 de diciembre a las 6 de la tarde.

Los niños y niñas del MIJAC escenificaron, con mucho respeto y dignidad, el pasaje evangélico del nacimiento de Jesús. La Virgen, San José, el Niño Jesús, los pastores y los reyes, transmitieron la alegría de la Navidad, con la complacencia de sus familiares que los miraban embelesados.

En cuanto a los niños y niñas de la catequesis, por grupos y de manera individual, ofrecieron al Niño Jesús unas bonitas cajas de regalo con sus obsequios inmateriales: deseos de justicia, paz, solidaridad, perdón, amor... para todos. Hay que reconocer el buen trabajo de los catequistas de la parroquia en la transmisión de la fe a los niños, y felicitarlos por el esfuerzo por encontrar símbolos, gestos, elementos... que hagan más comprensible el mensaje evangélico. Este año, a través del cuento "La caja de besos", pusieron de manifiesto lo que de verdad es importante: el amor y abrir la mente y el corazón para ver más allá de lo que puede contener una caja de regalo. El cuento y su mensaje emocionaron a más de uno.

El canto de villancicos populares, el pesebre que hay puesto en la iglesia, las lecturas, las oraciones, la homilía, la ambientación... todo ayudó a vivir la presencia de un Dios que se hace hombre para transmitir su amor a toda la humanidad.

La celebración terminó con la felicitación mutua de una feliz Navidad.

Conxita López Torres