Con motivo de la Canonización de los esposos Luigi Martin y Zélie Guérin, padres de Santa Teresita del Niño Jesús, el primer matrimonio de la historia canonizado conjuntamente, el Santuario Parroquia de Lleida, el único en España dedicado a la santa, ha peregrinado hasta Roma, del 16 al 19 de octubre, para participar en la solemne ceremonia de canonización que ha tenido lugar en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el domingo día 18. 

El Papa Francisco presidió la solemne celebración, concelebrando con los miembros de la Curia Romana, centenares de sacerdotes y religiosos, llegados de todo el mundo, así como  miembros otras comunidades cristianas.

La Plaza de San Pedro se llenó con miles de peregrinos entre los cuales había el grupo de Lleida con el padre Jesús Sans, prior del Santuario, que iba acompañado del padre Justin, los cuales pudieron concelebrar con el Santo Padre. 

Se vivieron momentos muy emocionantes con otras comunidades religiosas que estuvieron presentes en la canonización. También fueron canonizados un sacerdote italiano, Francesco Gattolauna, y una religiosa española, Sor Juana de Cruz, del monasterio de Cubas de la Sagra (Madrid), de la Diócesis de Getafe.

Al finalizar la celebración, el Santo Padre con el papa-móvil, dio una vuelta a la plaza, lo ques permitió tener la ocasión de verlo de cerca y recibir su bendición.

El sábado día 17, al atardecer, participamos a la vigilia de oración en la Casa General de los Carmelitas de Roma, en preparación para el gran acontecimiento de la canonización de Luigi Martin y Zélie Guerin.

El domingo día 18 tras el acto de canonización, pudiemos  hacer la ruta de los Palacios e Iglesias por el centro de Roma; así como también por la zona más comercial de la ciudad. 

Para acabar, el lunes día 19, por la mañana, participamos de la Eucaristía de acción de gracias por la canonización del matrimonio Martin Guerin, en la Catedral de San Juan de Letrán, sede del Obispo de Roma, que se llenó de fieles, peregrinos y, sobre todo, muchos jóvenes, llegados desde Lisieux y otras poblaciones de Francia. 

Los peregrinos leridanos regresaron muy contentos por haber podido vivir este gran acontecimiento. Muy agradecidos a la comunidad carmelita de Lleida por la organización y la acogida tan familiar y entrañable.

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M. Carmen Sabador