La Fundación Arrels-Sant Ignasi ha detectado un aumento de las atenciones hacia personas que no tienen ningún ingreso. El año pasado la entidad atendió 1.009 personas sin ningún ingreso, ante las 960 de 2016.

Esta es una de las conclusiones que se desprenden de la Memoria de la entidad correspondiente al año 2017. Arrels atendió el año pasado 4.217 beneficiarios, mientras que el año anterior habían sido 3.987.

La fundación atendió el año pasado 708 personas en situación de sin hogar, 82 más de las que la entidad tenía contabilizadas en el año anterior. Y de estas, 45 duermen en la calle.

A la vez, el perfil del usuario es cada vez más joven y más estructurado que por efecto de la crisis se encuentra en situación de exclusión social.

Se trata de personas que ya han agotado la red que tenían y ahora se encuentran en situación de exclusión. En la misma línea, la entidad ha detectado más personas con perfil cada vez más crónico, y personas con tratamientos psiquiátricos o sin diagnosticar o sin un tratamiento adecuado.

La entidad destaca en su memoria que las personas en situación de sin hogar viven en multidificultades interrelacionadas, que hay que poder acompañar desde todos los nódulos de la red personal y social, y tienen derecho a que no se vulneren sus derechos fundamentales.

Además, Arrels distribuyó 3.624 lotes de alimentos, 986 de forma directa y 747 fueron derivados a otras entidades. En cuanto a la vivienda, 17 personas diferentes han disfrutado de los pisos de apoyo de Arrels, cuatro más que en 2016. En este sentido, la entidad destaca que la falta de vivienda es todavía una grave dificultad para poder consolidar procesos de recuperación e inclusión de la persona.

En esta memoria de 2017 la entidad quiere recordar el protagonista que ha hecho posible Arrels-Sant Ignasi, el Padre Juan Suñol, y de ahí que le han dedicado la portada y han querido compartir algunas de sus últimas palabras.