En los últimos días de junio, como es ya tradición de todos los años, las Hermanitas Junioras de Tercera Probación, destinadas en Valencia, donde se encuentra la Casa Madre de la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, han visitado lo que ellas llaman “Santos lugares de la Congregación”, para ver y venerar las raíces y cuna de su Instituto.

Estos lugares son: Aitona, en la provincia de Lleida, donde nació Sta. Teresa Jornet Ibars, primera Madre General de la Congregación y llamada fundadora por su influjo del todo decisivo en la conformación del Instituto. Barbastro, donde se funda la Congregación. Huesca, donde vivió el fundador, siervo de Dios Saturnino López Novoa, y allí recibió el carisma de fundar, redactó las constituciones del nuevo Instituto y puso las bases para su consolidación, y donde allí murió en 1905. Y Sigüenza (Guadalajara) donde nació y vivió sus primeros años el fundador.

La peregrinación a Aitona tuvo lugar el día 25 de junio. Fue un día espléndido en esta tierra emotiva en la que nació, de una familia sencilla y cristiana, la niña Teresa Jornet Ibars. Aquí en Aitona nació también a la gracia, siendo bautizada en la Parroquia de San Antolín y aquí comenzó a forjar desde su infancia el amor a los pobres, ejemplo que vio y aprendió de su familia.

De este viaje, las propias hermanitas nos han dejado este testimonio escrito:

“El intenso día lo comenzamos visitando la ermita de San Juan de Carratalá, donde nuestra Santa Madre Teresa acostumbraba a ir todos los domingos, acompañada de sus amigas, para rezar el Rosario, haciendo el vía crucis por el camino.

¿Qué decir del espíritu de paz que se encuentra en la cueva del Padre Palau, tío de Teresa Jornet? ¡Cómo describir lo que el alma siente al respirar la santidad que guardan estas ermitas!

Allí, personas que a simple vista parecían buenos cristianos, pero que llevaban en su interior un gran amor a la voluntad de Dios, lo reflejaban y trasmitían.

Las Hermanas Junioras hemos captado esa esencia que tiene el aire de la zona, que nos invita a ser muy fieles y constantes, a ser signo de que Dios está entre nosotros y que nos dice que la santidad es para todo el que quiere ser realmente feliz, obrar sin tener en cuenta el qué dirán, y lo más especial que Él se nos da totalmente y sólo podemos corresponder a su Amor con una vida sin reservas, totalmente entregada.

Después visitamos la primera Casa Asilo que hubo en Aitona, edificada en 1891 en una propiedad de la familia Jornet-Ibars y primera fundación de la Congregación en Cataluña.

La fundadora, Teresa Jornet, quiso traer la caridad de Cristo a su pueblo natal, donde confiaba en la generosidad y buen corazón de sus paisanos y así dar calor y cobijo, espiritual y corporal, a muchos ancianos desamparados. “Cuidar los cuerpos, para salvar las almas”, fue una de sus célebres máximas.

En esta primera Casa Asilo, hoy convertida en Museo, el Sr. Obispo de la diócesis, Mons. Joan Piris Frígola, nos celebró la Eucaristía, concelebrando el Párroco Mn. Francisco José Ribas. Fue una Misa vivida con fervor, que nos produjo gozo y gran sosiego y paz en el alma.

A continuación visitamos la casa natal de Sta. Teresa Jornet, donde se conserva la habitación, pavimento, vigas…, todo ello evocándonos la infancia de quien será una heroína de la caridad y Patrona de la Ancianidad actualmente en 13 países.

Por último, acompañadas del párroco, Mn. Paco, fuimos a la Parroquia de San Antolín donde los padres de Teresa Jornet contrajeron matrimonio y donde ella recibió el Bautismo y posteriormente el sacramento de la Confirmación. Ante el altar y su imagen en una capilla lateral, pudimos rezar y renovar nuestro firme propósito de ser fieles hasta la muerte a nuestra condición de hijas de Dios y vivir nuestra consagración a Él por encima de todo.

Dios premie a quienes han organizado y hecho posible esta visitada guiada. Las Hermanitas Juniores, con profundo agradecimiento, pedimos al Señor por este pueblo de Aitona, por sus habitantes, y especialmente por nuestra comunidad de Hermanitas que aquí, con su misión callada y sacrificada, hacen vivo el carisma de nuestros Padres Fundadores, también por toda Cataluña, para que sigan dejándose labrar por la obra de Dios en su corazón. Que entre sus nobles gentes, fructifiquen nuevos cristianos que entreguen su vida por la causa del Evangelio, anunciando el reino de amor que Cristo quiere que se instaura en la tierra”.