El Obispo de Lleida, Salvador Giménez, miembro de la Conferencia Episcopal Tarraconense, ha mostrado su pesar por el atentado ocurrido esta tarde en Barcelona. A la vez, pide a todos los fieles leridanos que se unan a sus oraciones por las víctimas.

Por su parte, la secretaría de la Conferencia Episcopal Tarraconense, ante el terrible atentado ocurrido en Barcelona el 17 de agosto de 2017, manifiesta lo siguiente:

Los obispos de Catalunya se sienten totalmente consternados por las víctimas mortales, así como por las decenas de heridos, que ha causado el terrible atentado terrorista de este jueves día 17 de agosto en la ciudad de Barcelona.

Condenan la barbarie de este atentado, y el desprecio que significa para la vida humana y su dignidad. Ninguna causa justifica la violencia ni la muerte de nadie.

Los obispos encomiendan las víctimas mortales a la misericordia de Dios, y rezan intensamente por los heridos, por los familiares y amigos de todos los afectados, así como para toda la archidiócesis de Barcelona, ​​y los acompañan solidariamente en el dolor por esta tragedia que ha tenido lugar en una ciudad como Barcelona, ​​siempre comprometida por la causa de la paz y de la justicia.

Por su parte, la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Española ha emitido la siguiente nota sobre el atentado en Barcelona: 

"Esta tarde ha tenido lugar en Barcelona un grave atentado terrorista con resultado de muerte y numerosos heridos.

Ante este hecho luctuoso y execrable, la Conferencia Episcopal Española quiere en primer lugar mostrar su cercanía y oración a todas las víctimas y sus familias. Asimismo manifestamos nuestro apoyo a toda la sociedad que es atacada con estas acciones, en esta ocasión los ciudadanos de Barcelona, y a las Fuerzas de Seguridad.

Al mismo tiempo condenamos cada muestra de terrorismo, una práctica intrínsecamente perversa, del todo incompatible con una visión moral de la vida, justa y razonable. No sólo vulnera gravemente el derecho a la vida y a la libertad, sino que es muestra de la más dura intolerancia y totalitarismo.

Pedimos a todos los creyentes que eleven sus oraciones para pedir a Dios que conceda el descanso eterno a las personas fallecidas, restablezca la salud del resto de víctimas, consuelo a los familiares, llene de paz los corazones de las personas de buena voluntad y nunca más se repitan estas acciones despreciables".