Los leridanos han vuelto a participar masivamente este 11 de mayo en la misa solemne de la Catedral y en la ofrenda floral al patrón San Anastasio con motivo de la Fiesta Mayor. Durante la eucaristía, concelebrada por el obispo Joan Piris y un numeroso grupo de sacerdotes de la diócesis, tuvo una participación destacada el rector de la Parroquia de Nuestra Señora de Montserrat, padre Manel Mercadé, el cual fue el encargado de hacer la homilía.
Acostumbra a ser una tradición que cada año sea un sacerdote joven de la diócesis quien tenga este honor. En esta ocasión, Mn. Mercadé hizo una original comparación entre la Palabra de Dios, la del Obispo Joan y lo que él nombró los diez twitts de San Anastasio, que son como una serie de consignas a seguir por los buenos cristianos.
Cómo es costumbre, a la salida de la Catedral, se cantaron los antiguos gozos en alabanza al santo, mientras la imagen del patrón era llevada por una entidad y el pendón por el regidor más joven de la Paeria, Antoni Postius.
En esta ocasión, han sido los Armats de la Sang, que este año cumplen su 260 aniversario, quienes han llevado en procesión la imagen de San Anastasio hasta la plaza de San Juan donde se ha hecho la ofrenda floral.
Los portadores y el señor Obispo han recibido de manos del alcalde, Ángel Ros, una reproducción de la imagen del santo, obra del artista José Antonio Ferrer, que también será entregada próximamente a todos aquellos han llevado en hombros al santo alguna vez en las pasadas fiestas mayores.
Ya llegados en la plaza, el obispo de Lleida ha saludado los asistentes y, acabadas las ofrendas, los Armats de la Sang han trasladado la imagen de San Anastasio al interior de la iglesia de San Juan.
San Anastasio fue proclamado por los paers de la ciudad Patrón de Lleida el 9 de mayo del año 1627, acordando celebrar su fiesta el 11 de mayo, como así ha estado sin interrupción durante 386 años.
San Anastasio fue un joven soldado romano que, según la tradición y leyenda nació en la ciudad de Lleida a finales del siglo III y murió martirizado en Badalona, después de convertirse al cristianismo.