El pasado lunes 14 de noviembre el obispo Salvador entregó sus nombramientos como animadores de comunidad a siete laicos leridanos que se han formado para colaborar en parroquias de la diócesis.

El encuentro comenzó con unas palabras del vicario general, Mn. Josep Anton Jové que animó a los nuevos animadores a "escuchar, acoger y servir". 

A continuación, el Obispo Salvador les expuso la realidad sacerdotal del Obispado. "El Señor escoge a personas para sacerdotes y también a personas como animadores de comunidad para proclamar el Reino de Dios en medio de nuestra realidad diocesana", dijo el señor Obispo. Nuestro prelado les animó a "servir y animar a las parroquias con los sacerdotes y todo el pueblo de Dios". "Los animadores, como cualquier bautizado, debe prepararse para formarse continuamente", dijo.

Por su parte, Laureano Sánchez, responsable de formación de los animadores de comunidad, destacó que "los animadores deben velar por la parroquia: en su fe, formación, solidaridad, misión, celebración". "El animador debe hacer presente el rostro de Cristo en la familia parroquial. Hay que dar testimonio de la alegría de la fe", dijo Laureano Sánchez.

Por último, los animadores de comunidad presentes apostaron por hacerse presente en los barrios, a las asociaciones de vecinos, y buscar espacios de comunión.