El Obispado de Lleida ha celebrado este Martes Santo, 11 de abril, la jornada sacerdotal con una fiesta en la que se ha rendido homenaje a los sacerdotes que este año celebran los 25 y los 50 años de su ministerio sacerdotal.

Este año han llegado a las Bodas de Oro, Mossèn Josep Anton Lapena y Gregorio Burgos; y a las Bodas de Plata, el padre franciscano Joaquín Recasens.

La jornada ha comenzado con unas palabras del Obispo Salvador, después se ha hecho el Oficio de la Lectura y posteriormente se ha proyectado la película 'Si Dios quiere'.

Más tarde, han intervenido los dos sacerdotes que celebraban las bodas de oro: Josep Anton Lapena y Gregorio Burgos (que hizo seis cursos del seminario en Lleida y terminó sus estudios en Burgos). Mossèn Josep Anton Lapena ha agradecido "todo el tiempo que ha estado haciendo vida de parroquia, vida de comunidad, vida de pueblo". Concretamente, Mossèn Lapena ha recordado sus 32 años en Bell-lloc y "el montón de cosas que esa gente me enseñó". También ha destacado su trabajo en el mundo de la pedagogía, de l’esplai y en la creación de las primeras escuelas de padres.

Por su parte, Gregorio Burgos, sacerdote que hizo la primera parte de sus estudios en Lleida, agradeció la invitación y recordó a Mossèn Just, el cura de Les Borges Blanques, que hizo que "quisiera ser cura". Burgos destacó el ambiente "de apertura" que se vivía en aquellos años en el Seminario de Lleida, concretamente "en el mundo de la pastoral social, en el interés por la ciencia y en la vivencia de la espiritualidad". Gregorio Burgos, que fue consiliario de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica), destacó "la apertura hacia la pastoral social que aprendí aquí en Lleida".

También recordó las clases de ciencia que impartía Mossèn Natividad Espot y la apertura hacia el mundo espiritual de la mano de Mossèn Joan Esquerda Bifet. "Fuimos los primeros hijos del Concilio, que hizo un esfuerzo renovador con mucha ilusión", dijo Goyo Burgos.

También celebró las Bodas de Plata sacerdotales, el padre franciscano Joaquín Recasens. "Yo quise ser fraile para ser feliz", destacó. Recasens dijo que pertenece a "una Iglesia que amo de todo corazón". "Una Iglesia que está bajo la batuta del espíritu Santo", ha dicho. El padre Recasens ha resaltado que "la felicidad no está en el ser sino en el hacer". Y en este sentido ha tenido unas emotivas palabras para la Orden franciscana que, en palabras del padre Recasens, "me lo ha dado todo". Tras los parlamentos los sacerdotes de la Diócesis han participado en una comida de Hermandad.

La jornada sacerdotal se ha cerrado con la asistencia de todos los sacerdotes a la Misa Crismal en la Catedral, presidida por el Obispo Salvador y por nuestro Obispo emérito Joan. En la celebración han bendecido los Santos Óleos que se utilizarán este año en todas las parroquias de la Diócesis. El Obispo Salvador, en la homilía ha tenido palabras de agradecimiento a los sacerdotes de la Diócesis y les ha recordado que "el Pueblo de Dios os está muy agradecido y os ama".

Aquí tenéis más imágenes de la jornada sacerdotal y de la Misa Crismal.