Cáritas Diocesana de Lleida y Mans Unides se han adherido este 10 de diciembre a la campaña internacional contra la hambre “Una sola familia humana. Alimentos para todos”, que ha arrancado a las 12 del mediodía al mismo tiempo en todos los países del mundo, de la mano de las 164 organizaciones vinculadas a la entidad caritativa, pues se calcula que hay 1.300 millones de personas que pasan hambre.

La puesta en marcha de esta iniciativa, que en Lleida se ha llevado a cabo en la biblioteca de la sede de Càritas y que ha sido conducida por el delegado diocesano, Carles Sanmartín, ha empezado con la lectura de la plegaria de la campaña por parte de la presidenta de Mans Unides, Pilar Menéndez.

Sus palabras precedieron al mensaje en vídeo del papa Francisco, el cual nos invita a todos, a cada uno de nosotros, a las instituciones y a la Iglesia en todo el mundo a “dar voz a todas las personas que sufren hambre silenciosamente, para que esta voz resuene como un rugido que sacuda el mundo”.

La voz del cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, presidente de Cáritas Internacionalis, también llegó a través de otro vídeo a los congregados en la biblioteca de esta entidad en Lleida.

El cardenal, que también ha dirigido una carta a los obispos responsables de las Cáritas del mundo dice que hay alimentos suficientes para que nadie pase hambre y hace un llamamiento a gobiernos y Naciones Unidas para solucionarlo de aquí al 2025.

Una reflexión de una voluntaria de Mans Unides sobre el compromiso de su entidad para luchar contra la hambre y el llamamiento de Mn. Carles Sanmartín a crear una comisión de seguimiento de la campaña, que se prolongará hasta mayo de 2015, precedieron a la conclusión del acto que fue a cargo del vicario de Pastoral del Obispado, Mn. Josep Antoni Jové.

Mn. Jové confesaba sentirse avergonzado por el hecho que haya gente que pasa hambre. “Si fuéramos una familia, no habría que redirigir a quien se nos acerca hacia Cáritas, hacia Manso Unidas, hacia casa del vecino...”, decía, intentado mentalizarnos que cada uno, de forma individual, puede hacer mucho más de lo que nos pensamos. “Si en muchos pequeños lugares, muchas pequeñas personas, hacen muchas pequeñas cosas, el mundo seguro que cambiará”, manifestaba el vicario de Pastoral.