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El albergue municipal de Lleida, gestionado por la Fundación Jericó, ha atendido 405 demandas de alojamiento de personas sin techo desde que se activó el Plano Iglú el pasado 24 de noviembre. Desde aquel día, la media de personas atendidas cada noche ha sido de 45.

El plan se activa desde el 2002 los días del año más fríos para ofrecer a las personas que viven en la calle, una cama, comer y acompañamiento.

La Fundación Jericó quiere que estas personas, además, puedan disponer de una sala para hacer actividades complementarias y poder estudiar mejor su caso. Es por ello que quieren ampliar el albergue con una sala de 250 metros cuadrados al altillo del edificio del lado, abandonado. Sólo falta aprobar la licencia municipal

El Plano Iglú se activó en Lleida el 24 de noviembre. Desde entonces, cada noche, el albergue Jericó de Lleida, ha atendido unas 45 personas cada noche. La primera noche fueron 32, el último sábado por la noche se llegó a las 53 y el lunes, 1 de diciembre, han sido 44 las personas atendidas. En total, en estos primeros días se han hecho 405 atenciones.

El albergue dispone actualmente de 112 plazas.

La Campaña Iglú 2013-2014 del invierno pasado atendió en Lleida un total de 7.116 alojamientos de 506 personas diferentes. Cada una de estas se alojaron una media de 14 noches cada una en el albergue municipal durante los meses de más frío.

Actualmente, se calcula que en Lleida hay alrededor de 60 personas sin techo y 500 personas más que viven en situación precaria, es decir, en pisos patera o sin los servicios básicos como por ejemplo la luz.



El padre Joan Mora, de la Fundación Jericó, ha explicado que en el albergue, a las personas sin techo que llegan en el marco del Plano Iglú, se les ofrece una cama donde dormir, un plato caliente para comer y acompañamiento.

Este acompañamiento, asegura, es lo más importante para conseguir recuperar la dignidad de la persona. Es por eso, que para poder hacer una buena atención y ofrecer algo más allá que alojamiento y comer, la Fundación Jericó quiere ampliar el albergue con un espacio de 250 metros cuadrados situado a la misma altura que el comedor actual pero en el edificio colindante.

Esta sala, que se destinaría a actividades durante la tarde para aquellas personas que provengan de la calle, se encuentra actualmente abandonado.

Sólo hace falta que el Ayuntamiento de Lleida apruebe la licencia municipal para que desde la Fundación puedan empezar los trabajos.

El alcalde de Lleida, Ángel Ros, acompañado por los concejales Sara Mestres, Montse Mínguez y Félix Larrosa, ha visitado el albergue Jericó, momento que se ha aprovechado para dar a conocer estas novedades.