Con motivo del XXX Aniversario de su fundación, la Hospitalidad de la Virgen de Lourdes del Obispado de Lleida organizó los días 25, 26, 27 y 28 de junio su viaje anual -y este año conmemorativo- a la Villa de Lourdes (Francia).

El día 25 salieron de Lleida los autocares con doscientos veinte miembros de la organización: enfermos, jóvenes voluntarios y peregrinos procedentes de la ciudad de Lleida y de otras parroquias del Obispado.

Llegaron a la hora de comer a Lourdes con un viaje sin ninguna incidencia y acompañados por miembros de Protección Civil de Lleida, que en todo momento ayudaron y colaboraron en el traslado y movilidad de los enfermos en las diversas actividades que se llevaron a cabo.

El obispo Joan Piris, acompañado de varios padres diocesanos, fue un peregrino más acompañando y presidiendo los actos que se llevaron a cabo. Aquella misma tarde también tuvo lugar la confesión comunitaria finalizando con la celebración de la santa Misa y a continuación el vía crucis al lado del río. Aquella misma tarde también hubo tiempo para hacer una escapada a las cuevas de Betharram.

El viernes, a las ocho de la mañana, tuvo lugar, en la capilla de la Accueil Saint Frai, la Santa Misa por los hospitalarios y los peregrinos. Una vez finalizada, los enfermos fueron trasladados a las piscinas designadas para su sanación. Ya entrada la tarde, todos asistieron a la procesión eucarística por el recinto del parque de la Gruta, acabando en la Basílica sepultada Pius X, con la bendición con la Custodia portada por Mn. Francisco Ribas (rector de Aitona). Por la noche, no faltó la asistencia a la procesión y rosario de las antorchas, donde también participaron todos los enfermos y peregrinos.

Tampoco falló la asistencia cuando, el sábado por la mañana, se celebró la Santa Misa en la Gruta de la Virgen de Lourdes, presidida por el obispo Joan. Este mismo día, se añadieron a los desplazados dos autocares más venidos de la Parroquia de Carme de Lleida y también de otras parroquias de Lleida y del Obispado -superando la cifra de quinientas personas que llenamos el ya apretado recinto de Lourdes.

Por la tarde, en la Capilla de la Accueil, tuvo lugar la extrema unción de los enfermos presidida por Mons. Piris. Una vez finalizado el acto, se hizo una fiesta a cargo de los organizadores, enfermos, jóvenes voluntarios y peregrinos, en la cual al finalizar se hizo un reconocimiento a la vicepresidenta cesante y a los fundadores de la Hospitalidad, en conmemoración de los treinta años de su fundación y funcionamiento.

Para acabar, domingo por la mañana, hubo una asistencia masiva a la Misa Internacional en la Basílica de Pius X, presidida por el obispo de Logroño, Juan José Omella, y concelebrada por seis obispos más: entre ellos el Obispo de Lleida y Mons. Sebastià Taltavull, obispo, auxiliar de Barcelona.

Finalizada la Santa Misa, con la emoción de haber vivido gestos de solidaridad, comprensión, ayuda y un gran amor hacia el prójimo, dejaremos Lourdes reconciliados con Dios y su Madre, y con la gran esperanza de salvación y mejora de la humanidad al mismo tiempo que, dichosamente, cantábamos el Ave Maria.

Josep Domènech

Ver más fotos en este enlace.