
Unos setenta leridanos y leridanas participaron el pasado 9 de julio en el ya tradicional día de Lleida en Montserrat, que sirvió para dar inicio a la LXXV romería a la Santa Montaña. Fue una jornada de convivencia, hermandad, paz y oración entre los cofrades y devotos de la Moreneta.
El obispo Salvador excusó su asistencia al acto por otros compromisos en la diócesis y el consiliario, Mn. Josep Maria Escorihuela dio la bendición cuando los romeros salieron del Camp d’Esports en autocar. Una vez en Montserrat, el primer acto fue la asistencia y participación de los romeros en la misa conventual de las 11 de la mañana, en la quel se hicieron unas ofrendas con productos de Lleida.
El acto principal de la jornada fue la recepción del Padre Abad, Manel Gasch, que dio las gracias a los romeros por subir cada año al Santuario y por la labor que desarrolla la cofradía. Gasch recordó el lema de este año: “De Montserrat estel” y afirmó que “María es la estrella de Montserrat porque de alguna manera refleja la luz de Jesucristo” y añadió que “debemos continuar firmes en la fe y confiados en que la Virgen nos ayuda”. El Padre Abad también recordó la figura del Beato Francesc Castelló, ya que este año se celebran los 40 años del relieve en la fachada de una representación de este leridano. Los romeros pudieron salir al balcón para hacer una ofrenda a los pies de este relieve. Fue Teresina Llop, la vicepresidenta de la Cofradía y que ha subido 51 julios a Montserrat, la encargada de entregar las flores.
Después fue el turno de la comida de hermandad y, a continuación, unos cuantos romeros llegaron hasta la mayólica de la Virgen Blanca de la Academia que está colocada en el Camí dels Degotalls. Una ofrenda y un canto hicieron más majestuoso este acto simbólico en que se pidió la implicación de todo el mundio para poder mantener viva la cofradía y la romerí a Montserrat por muchos más años.
Al terminar, unas cuarenta personas regresaron a Lleida e hicieron parada en el Monasterio de Sant Ramon. Este año, como novedad, la romería se ha reducido en días y se han concentrado los actos en cinco jornadas.
