
Por Carolina Voltes,
en nombre de los siete jóvenes confirmados el pasado 18 de junio en la parroquia del Pilar
Hoy me dirijo con un corazón lleno de alegría y gratitud para compartirte mi testimonio de la confirmación. Esta experiencia ha sido un momento significatvou en mi vida, y se que marcará un antes y un después en mi camino personal y espiritual.
Durante el proceso de preparación para la confirmación, he aprendido mucho sobre mi fe y la relación con Dios. He estado acompañada por personas meravillosas que me han guiado y animado en este viaje. He aprendido a comprender mejor los valores fundamentales del cristianismo y profundizar en mi comprensión de la Biblia y de las enseñanzas de Jesucristo.
La confirmación no es tan solo una ceremonia, sino un compromiso personal con mi fe y la comunidad cristiana. A partir de ahora, quiero vivir mi vida de manera coherente con las enseñanzas de Jesús, buscando siempre la justicia, el amor y la compasión en todo lo que haga.
Me comprometo a ser un testigo activo de mi fe, no sólo con las palabras, sino también con mis acciones cotidianas. Quiero extender una mano amiga a los necesitados, defender los derechos de los más vulnerables y fomentar la paz y la harmonía en el mundo que me rodea.
Soy consciente de que la vida puede presentar desafíos y momentos de duda, pero la confirmación me ha dotado de las herramientas espirituales y de la comunidad para afrontarlos. Con la gracia de Dios, estoy preparada para crecer en mi fe, afrontar los obstáculos y vivir una vida plena de significado y propósito.
Quiero dar las gracias a Dios por esta oportunidad de confirmación, y también a todos aquellos que han sido parte de esta experiencia en mi vida. El apoyo, el amor y las enseñazas recibidas han sido inestimables.
Ahora me pongo en manos de Dios y me comprometo a caminar con fe, esperanza y amor en este nuevo capítulo de mi vida. Que la confirmación ses solamente el principio de una vida llena de crecimiento espiritual y servicio a los demás.
