Llardecans ha celebrado este fin de setmana su Patrona, la Virgen de Loreto. La Eucaristía solemne se celebró en el santuario dedicado a la Virgen y fue presidida por el Vicario general, Lluís Sallán, acompañado por el mosén del pueblo, Josep Maria Cebrià, por el archipreste, Jordi Solé, y por otros sacerdotes del archiprestado. La misa fue participativa y multitudinaria, con representantes de las autoridades civiles, asociaciones, diversas organizaciones del pueblo y de la comarca, y niños y niñas de catequesis que presentaron las ofrendas junto con los representantes de las entidades del pueblo. La coral de la parroquia amenizó la misa y cantó el himno y los gozos a la Virgen.

Mosén Lluís Sallán explicó que aquello que nos gusta tanto de nuestra casa es que es el lugar donde nos sentimos queridos por lo que somos, donde compartimos no sólo la mesa y el espacio, sinó también un proyecto, ilusiones, y todo aquello que nos ha hecho llegar a ser lo que somos, el vínculo con los antepasados, con las tradiciones, y sobre todo con los valores. Con su "sí" Maria aceptó que la casa de Dios bajara entre nosotros. La casa de Loreto es hoy para nosotros el vecino, el abuelo, el padre, el hijo, el compañero, el amigo. Tenemos la posibilidad de hacer el mundo más humano, más humanizado, partiendo de los valores que vivimos en casa, el amor incondicional, el afecto, el cariño. Todo ello puede hacer del pueblo una casa de todos. En esta  fiesta, explicó, celebramos que Dios ha venido a nuestra casa y que desde nuestra casa estamos invitados a vivir como una gran familia, poniendo a disposición de los demás lo que somos, en los momentos duros y también en aquellos instantes sublimes que nos enseñan que vale la pena vivirlo desde esta perspectiva.