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Cerca de vosotros (Obispo Salvador)
Autoria
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Fecha publicación: 
Vie, 06/08/2018

Vamos a Lourdes Siempre asociamos la palabra Lourdes, nombre de una localidad del sur de Francia, a la Virgen María y sus apariciones a santa Bernardette, a mediados del siglo XIX. También es común unir la misma palabra con el mundo de los enfermos. Multitud de ellos acuden a diario a rezar ante la imagen de la Virgen por su enfermedad y por suplicar la necesaria fortaleza ante esa situación. 

Con seguridad le piden que interceda ante el Señor para poder aceptar los momentos difíciles de la vida. Todos ellos vienen renovados de la experiencia de la visita-peregrinación a esa ciudad. Durante este curso ya he abordado el tema de los enfermos en un comentario con ocasión de la fiesta de la advocación de la Virgen de Lourdes (11 de febrero) y en otras ocasiones referidas a la Hospitalidad, a Vida Creixent, a Manos Unidas y a la familia de San Juan de Dios.

Lo hago de nuevo porque tengo la convicción de que es un asunto que conmueve el interior de cada persona y preocupa al conjunto de la sociedad. El tema ocupa muchas páginas de la ense- ñanza de la Iglesia. Quisiera así promover la sensi bilidad y la ayuda hacia nuestros familiares, amigos y conocidos enfermos.

Esta reflexión no quiere ser nada pretenciosa en el sentido de buscar soluciones a una realidad tan impresionante como es la enfermedad. Es sólo una llamada de atención a todos los católicos para invitarles a cumplir con los mandatos de Jesucristo en cuanto a cercanía, preocupación y desvelos hacia los que más sufren, en cualquier circunstancia de sus vidas. Y, sin duda, entre ellos se encuentran los enfermos, ya estén residiendo en sus domicilios o en una cama de hospital. Contando además con los rasgos psicoló- gicos que de una forma particular aparecen en esos momentos, tanto entre los que cuidan como con los que son cuidados.

El cansancio, la soledad, el olvido, la sobrecarga de tareas, el insoportable dolor, los reproches. También, valoramos los desvelos, el ánimo, la constancia, la gratitud, la aceptación de la dificultad. Y unos y otros, en las alegrías y en las tristezas, en la oración, en el silencio contemplativo, en el amor y en la esperanza. Todo ello para recordar a todos que a finales de junio la Hospitalidad de Lourdes peregrinará, un año más, a esa ciudad.

Los miembros de esta institución diocesana acompañarán a enfermos y a algunos familiares a orar ante la Virgen María; ellos mismos, que durante meses han estado organizando esta singular iniciativa, se disponen también a vivir unos días de intensa espiritualidad y servicio, y a fortalecer se en el permanente compromiso cristiano. También, para invitar a todos a participar en la peregrinación. Y, sobre todo, para que elevéis una plegaria por el feliz desarrollo de la misma. Para facilitar la información la Hospitalidad ha repartido unos trípticos que podéis encontrar en todas las parroquias y lugares de culto, con los detalles precisos y útiles para la inscripción, el tipo de alojamiento, los precios, los teléfonos de contacto, etc.

Para esta ocasión han escogido un lema muy significativo, tomado del Evangelio; se trata del pasaje de las bodas de Caná, cuando la Virgen María les dice a los criados, refiriéndose a su Hijo: «Haced lo que Él os diga». Tal vez nos sería bueno aplicarlo también a nuestra propia vida y hacer a diario aquello que sabemos que el Señor ya nos ha dicho y buscamos mil excusas para no oírlo: amad a vuestro prójimo, rezad por todos, anunciad el Evangelio, perdonad siempre, esforzaos en crear unidad y comunión en las comunidades, sed generosos, acoged con cariño a cuantos os encontréis en el camino de la vida, buscad y decid siempre la verdad, colaborad en cuantas iniciativas e instituciones fomenten la dignidad de las personas, la justicia y la paz.

Por último, tratad con solicitud amorosa a los enfermos y agradeced, como enfermos, a aquellos que os cuidan.

† Salvador Giménez Valls Obispo de Lleida