Maria Dolores Cabello, religiosa de las Hijas de Jesús, afincada en Alcarràs, nos explica en este vídeo de la URC (Unió de Religiosos de Catalunya) cual es su esperanza. 

 

María Dolores Cabello es religiosa de la congregación de las Hijas de Jesús (Jesuitinas), fundada en Salamanca en 1871 y dedicada principalmente a la educación cristiana de los jóvenes, de acuerdo con la espiritualidad jesuita. Hace unos años, M. Dolores recibió el envío del provincial de la comunidad para ir a servir en Alcarràs (Lleida), donde varios inmigrantes llegan buscando trabajo. Allí colabora con Cáritas y atiende a los más vulnerables. Para M. Dolores, "su vocación como el mejor obsequio tras el regalo de la vida".

Velando por los inmigrantes

"Son muchos los temporeros que vienen con una situación irregular y sin trabajo y se quedan a vivir en estos asentamientos". Según explica la religiosa, llegan para la campaña de recogida de fruta, pero luego no tienen donde ir. María Dolores vive de cerca estas experiencias, ya que, es la responsable de velar en los asentamientos, los cuales "no son lugares dignos para las personas", lamenta.

Vive este servicio como "un don que recibe cada día y que la pone en contacto con las culturas". Considera un privilegio poder compartir el sufrimiento de tantas personas que buscan poder vivir con dignidad para poder ayudar y mantener a sus familias.

Una lucha diaria

La religiosa, explica que es precisamente esta enseñanza que recibe de los inmigrantes del asentamiento su fuente de esperanza que la alecciona y le da fuerza para continuar ayudando y sirviéndoles.

"Me impresiona la fuerza, la resistencia y la esperanza de que los mantiene en una lucha diaria para sobrevivir- explica M. Dolores-. Comparto con ellos años de sufrimiento y penurias que pasan desde conseguir papeles para llegar a ser considerados ciudadanos con igualdad de condiciones a cualquier otra situación ". Es todo esto lo que llena a la religiosa interiormente. Según asegura la hermana Cabello "todo esto vivido se convierte en un motivo de esperanza". "Vivo con la esperanza de una sociedad más justa que tenga en cuenta a todas las personas y cree espacios donde la vida pueda desarrollarse en dignidad", añade.

Jesús en los vulnerables

Recientemente vividas las fiestas de Navidad, la religiosa destaca que "en cada uno de estos inmigrantes que llega, ve el mismo rostro de Cristo". "Es Jesús encarnado en los inmigrantes mi fuente de esperanza. Encarnado en el hoy y presente en cada situación quien mantiene mi esperanza y me da fuerza para seguir acompañando y escuchando y compartiendo los sufrimientos con cada persona que se me acerca".

María Dolores, vive con la esperanza de que un día pueda ser ella también un motivo de esperanza para tantos que lo necesitan. "Quizás un día, Dios me diga: 'yo estaba presente en aquel joven que tenía frío en el asiento, y tu le diste amor porque me veías en él' - dice esperanzada la religiosa-. Ojalá sea una realidad en mi vida y pueda ser yo también un motivo de esperanza para las otras personas ".

Vídeo Testimonio de María Dolores Cabello