Hoy es la festividad de San Antonio María Claret, fundador de los claretianos. En nuestra diócesis, recientemente han nombrado el padre Claret Dion Nandi, nacido en Indonesia en 1982, nuevo superior de la comunidad de Lleida. Le hemos hecho una entrevista para hablar de su vocación y de la labor que hacen los claretianos en nuestra ciudad.

1. ¿Cómo y cuándo le nació la vocación? ¿por qué decidió hacerse claretiano?
Creo que la vocación de Dios tiene su proceso. Y me explicaré. Primero estuve de los 12 a los 15 años en el Seminario Menor Diocesano de Ruteng, mi ciudad de origen. Continué mis estudios en una escuela pública y fue el último curso de Bachillerato cuando conocí la tarea de los claretianos, cuando uno de ellos vino a dar una charla en mi escuela. Creo que ya tenía la vocación de ser misionero. Entonces, en el año 2001, fue cuando solicité entrar en el seminario mayor de los Claretianos en la isla de Timor y me aceptaron.
2. ¿Qué destinos ha tenido y qué tareas ha desarrollado?
El primer destino fue venir a Madrid para continuar mis estudios. Era el año 2008. En el año 2012 el leridano P. Josep M. Abella, superior general y actualmente obispo auxiliar de Osaka, en Japón, me incorporó a la provincia claretiana de Cataluña. Y empecé a aprender catalán. He formado parte de varias comunidades catalanas y el 29 de junio de 2013 fui ordenado sacerdote en Vic. Hace unos dos años que llegué a Lleida donde hay una comunidad de cuatro claretianos, la mayoría mayores de 80 años. También colaboro con la pastoral del colegio Claret de Valls.
3. ¿Cómo afronta el cargo de superior de la comunidad de claretianos de Lleida?
La afronto como una experiencia importante en mi vida. Acepté el cargo con la confianza de contar con la estimación de mis hermanos de comunidad. Hacer de superior de tan buena gente no me parece tan difícil ni espectacular. Me siento acogido y amado por ellos. Esto facilita mucho la misión que se me han confiado. Más que superior soy un hermano de la comunidad. Es verdad que mis hermanos son mayores, pero a la vez son grandes misioneros y grandes personas y a menudo trabajan más que yo. Son misioneros incansables. Me ayudan a formarme y a profundizar más mi vocación de misionero Claretiano.
4. ¿Cuál es la misión de los claretianos?
Es el servicio misionero de la Palabra, haciendo conocer y vivir la Buena Nueva de Jesús por todos los medios posibles. Ser discípulos de Jesús para encender en todo el mundo el fuego del amor de Dios. Tenemos una buena Maestra que tiene un gran corazón maternal. Nos llamamos y somos hijos de su Corazón Inmaculado. Tratamos de poner mucho corazón en cada cosa que hacemos.
5. ¿Qué retos tienen como congregación y como se concretarán en Lleida?
Seguir enseñando la palabra de Dios a partir del curso de Biblia, seguir promoviendo el acompañamiento y la formación espiritual y catequética de familias, niños, adolescentes y jóvenes a partir de la catequesis familiar y favorecer la atención a los más débiles a través de Enllaç Solidari (una ONG de los claretianos de Cataluña) y de Cáritas.