El pasado sábado, un grupo de jóvenes de la Delegación de Pastoral de Jóvenes del obispado de Lleida hicimos un voluntariado a Barcelona en el comedor social de las Hermanas de Calcuta, en el asilo del Cottolengo. Esta actividad llamada Impliquémonos, quería mostrar a los jóvenes una parte de la sociedad, muchas veces invisible en  nuestras vidas.

 

El primer voluntariado fue en el comedor social de las Hermanas de Calcuta. Después de una calurosa bienvenida, las hermanas nos enseñaron a ver las necesidades que había al comedor. Era impresionante la facilidad que tenían para conseguir que no faltase de nada a nadie. También nos sorprendió cómo aquellas personas, a pesar de la situación de precariedad que vivían, eran capaces de ser agradecidas.

 

Por la tarde, tuvimos la oportunidad de ir al Cottolengo, que es un lugar donde se acoge gente pobre con dolencias incurables. Allí la hermana Elsy, nos explicó con casos reales cómo Dios se había ido cuidando de las necesidades que se les habían presentado y que continúa habiendo. Después estuvimos ayudando a los enfermos en sus necesidades más básicas, como por ejemplo, dar de comer a los que no tenían movilidad.

 

Las experiencias vividas nos ayudaron a valorar todas las cosas que tenemos y nos motivaron a luchar para superar nuestras dificultades, posando siempre la confianza en Dios a ejemplo de las hermanas.

 

Delegación de Jóvenes del Obispado de Lleida.